Día 21: La Oración

¿Cómo me comunico con mi Padre que está en los cielos?

Día 21: La Oración

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.

Filipenses 4:6

Por Wendy Beckett.

¡Qué privilegio el poder hablar personalmente y en cualquier momento con el Señor del cielo y de la tierra!

Los discípulos de Jesús observaron cuánto tiempo pasaba Jesús con su Padre celestial. Un día le preguntaron: “¿Nos puedes enseñar a orar?”

Su respuesta, a menudo llamada “El Padre Nuestro”, en Mateo 6:9-13 es un modelo. Éste, fija nuestra atención en Él, y le presenta nuestras necesidades de provisión, perdón y protección, y termina con alabanza.

Habla con Jesús como tu mejor amigo. Comienza agradeciéndole y alabándole por Su gran amor por ti. Después, dile tus preocupaciones. Tu puedes compartir cualquier cosa con Él. Él ya lo sabe todo, no te preocupes, no le vas a sorprender.

Muchos de los salmos de David son clamores de ayuda en tiempos difíciles. En los Salmos 17, 28, 61, 64, 70 y 86, David clama al Señor pidiendo que le escuche y le proteja.

Cuando tu sabes que has defraudado al Señor, acude a Él inmediatamente y pídele perdón. Él te perdonará, te animará, te dará fuerzas y te traerá claridad a los problemas.

Recuerda, la oración es una conversación continua con Aquel a quien estás aprendiendo a amar y a confiar. Con tan solo levantar la vista al cielo y sonreírle, o apretar tu propia mano, como si estuvieras tomando la del Señor, puedes acercarte inmediatamente a Él.

Día 22: La Tentación


Puede ser difícil orar cuando te sientes alejado de Dios. ¿Tienes algo que estás ocultando por lo cuál necesitas orar? Habla con alguien que puede ayudarte.

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