Dios nos enseña: Bondad

Palabras que transforman vidas.

Series: Devocionales

En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!

Gálatas 5:22-23

Continuamos con la serie "Dios nos enseña".

¿Estás agradecido por la "bondad" de tus amigos? 

Tengo un gran amigo que siempre está haciendo cosas buenas por los demás: corta el césped de sus casas, les lleva a algún sitio, ora por ellos, o cualquier otra cosa que necesiten. No le importa sacrificarse y siempre se interesa por los demás. Sin embargo, esta palabra en particular, “bondad", tiene un significado adicional. Es más que solo ser bueno o hacer cosas buenas por otras personas. Obviamente, incluye eso, pero en realidad se refiere a esa cualidad en un Cristiano, de estar dispuesto a hacer algo difícil por la vida de una persona. Un ejemplo de esto es cuando Jesús expulsó a los cambistas del templo. Habían convertido la casa de Dios en lo que Jesús llamó una "cueva de ladrones" y estaban dando una imagen equivocada de Dios. En realidad, le estaban robando al pueblo, que venía a Jerusalén para adorar y ofrecer sacrificios a Dios. Por lo que Jesús les sacó del templo. Él hizo lo correcto, algo bueno. Piensa en la palabra "bondad" simplemente como hacer lo que es correcto. Esto no significa tener la libertad de señalar todas las cosas erróneas que vemos, sino más bien es la cualidad en un creyente de estar dispuesto a intervenir en las cosas que obviamente están mal en la vida de otro Cristiano, cuando Dios les abre la puerta para hacerlo.

Yo pensaba que la “bondad” era solo hacer cosas buenas por la gente.

Hace varios años, una pareja joven que asistía a mi iglesia, eran novios y querían casarse. Así que un día me preguntaron si yo podía oficiar la ceremonia de su boda. Pero en el proceso de consejería con ellos, descubrí que ellos estaban viviendo juntos en inmoralidad abierta por lo que les hice ver que eso no era lo que Dios quería para sus vidas. Esa no era la forma de comenzar un matrimonio centrado en Dios. Yo les dije que no estaría dispuesto a casarles hasta que dejaran de vivir juntos por lo menos por 6 meses como una demostración de arrepentimiento personal y obediencia a Cristo. Desafortunadamente ellos se negaron y fueron a otra iglesia y consiguieron que otra persona les casara. Lo que hice fue duro, y aunque no aceptaron mi consejo, era lo correcto. En 1 Corintios 5:11, el apóstol Pablo advierte: "no se relacionen con ninguno que afirma ser creyente y aun así se entrega al pecado sexual...". Hay momentos en que simplemente, como Cristianos, seremos llamados por Dios para intervenir en asuntos difíciles en la vida de las personas. Obviamente no podemos cambiar a la gente, pero muchas veces Dios nos usa para causar un impacto en sus vidas.

¿Realmente me corresponde a mi intervenir en las cosas difíciles en la vida de otras personas?

Las personas que tienen el carácter de Cristo son personas que entienden que ser Cristiano no siempre es fácil. Porque al amar verdaderamente a las personas, también significa que tal vez tengamos que tratar áreas de sus vidas que son difíciles de abordar. Si un padre Cristiano tiene un hijo que está haciendo algo mal, éste debe hablar con él/ella sobre eso porque le ama. Las personas que yo realmente admiro son aquellas que están dispuestas a hablarme de áreas de mi vida que quizás yo necesite ajustar. Yo estuve en una reunión hace varios años e hice una declaración sobre alguien que no debí haber hecho. A la mañana siguiente, uno de los otros creyentes que estaba en esa reunión, habló conmigo acerca de lo que dije. Fue correcto de su parte el hacerlo y le amo con todo mi corazón por su amor hacia mí y por su disposición a ayudarme a ver un área de mi vida que necesitaba ser corregida. Romanos 15:14 habla sobre esto cuando dice: "Por mi parte, hermanos míos, estoy seguro de que ustedes mismos rebosan de bondad, abundan en conocimiento y están capacitados para instruirse unos a otros".

En este versículo, Pablo relaciona estar rebosante “de bondad” con "estar capacitados para instruirse unos a otros". Instruir significa advertir, hacer reflexionar a alguien, prevenirle y reprenderle suavemente. Este versículo nos anima a ser amables y firmes al mismo tiempo. Qué gran privilegio el que podamos tratar a las personas con bondad y honestidad al mismo tiempo. A la larga, ellos te amarán por tu honestidad hacia ellos. Te agradecerán por amarles lo suficiente como para intervenir en diferentes áreas de sus vidas que necesitan corrección. Sé gentil, sé amable, sé cortés, y Dios trabajará profundamente a través de ti.

Ora esta semana:

Señor Jesús, ayúdame a encontrar formas para ser un buen y verdadero amigo hacia los demás. Ayúdame a no tener miedo de intervenir en áreas de sus vidas que puedan necesitar corrección y a estar abierto a que ellos también puedan hablarme de la misma manera.


¿Eres lo suficientemente fuerte espiritualmente, para ayudar a otras personas, o hay áreas en tu propia vida que necesitas corregir antes de poder ayudar a los demás? Déjanos saber. Estamos aquí para hablar contigo.

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