¿Entiendes la Biblia cuando la lees? - 1ra Parte

La Biblia como una imagen completa del Salvador.

Series: Devocionales

Entonces dijo: «Cuando estaba con ustedes antes, les dije que tenía que cumplirse todo lo escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los Salmos».

Lucas 24:44

¿Alguna vez te has sentido confundido(a) al leer la Biblia? Mientras la lees, ¿te preguntas qué significa lo que estás leyendo?¿Cómo te ayuda a conocer a Dios y el plan que Él tiene para tu vida?

En un viaje a Jerusalén, un funcionario de la corte de Etiopía leía las Escrituras en voz alta. Él se sentía cada vez más y más confundido, cuando de momento escuchó una voz que venía de un lado de su carruaje que le dijo:

“...¿Entiendes lo que estás leyendo? ... ¿Y cómo puedo entenderlo, a menos que alguien me explique?” respondió el Eunuco etíope, invitando a Felipe el evangelista a sentarse. (Hechos 8:30-31)

Todos nos hemos sentido como el oficial etíope en algún momento. A veces, al leer la Palabra de Dios, puede ser difícil entender, si no tenemos una guía. Veamos aquí algunas ideas que te pueden ayudar a entender más la Palabra de Dios:

Cada Libro tiene un Enfoque

¿Qué partes de un discurso o de un libro usualmente recuerdas mejor? ¿Las historias? La Biblia está llena de historias emocionantes y verdaderas: "La Creación y la Caída", "El Gran Diluvio", "El ofrecimiento de Isaac", "El Éxodo" y otras. Todas estas nos ayudan a conocernos mejor a nosotros mismos mientras vamos conociendo a las personas en estas historias. Cuando leo acerca de sus limitaciones, no tan solo me hacen pensar en mis propias limitaciones, también me ayudan a admitirlas. Las historias de estas personas trabajan juntas para dar el trasfondo a la historia más grande de todas. Nos dicen por qué Jesús tuvo que venir a la tierra, cuál era Su árbol genealógico, y cómo era el mundo cuando Él vino.

Para mí, otro aspecto que destaca alguna parte de un discurso es cuando el orador cambia repentinamente de enfoque. Dios hace esto a través de la Biblia. Él dijo: "Yo envié a mis profetas para advertirte con numerosas visiones y parábolas" (Oseas 12:10). Los profetas hicieron predicciones que se hicieron realidad, demostrando el conocimiento eterno de Dios. Los predicadores de la Biblia actuaron, dando a los oyentes y lectores una idea más clara de la visión de Dios sobre las cosas. Ellos usaron comparaciones, llamadas "parábolas", llegando a las verdades eternas detrás de las luchas personales que todos enfrentamos. (Dios sabe que debido a nuestros sentimientos, tendemos a no ver la verdad.) Ellos respondieron sus propias preguntas, como un abogado en una corte judicial guiando la discusión. A través de estos escritores, Dios explica cuán duro Él ha trabajado para alcanzar a las personas que se alejaban de Él. (Jeremías 7:13-26 es un ejemplo.) Cuando leas la Biblia, pregúntate qué estaba tratando de hacer Dios con las personas para quienes fue originalmente escrita.

Cada Historia encaja dentro de Su Historia

Eventualmente, un punto crucial se presentó en la gran historia. Dios apareció, en persona. Hebreos 1:1-2 lo expresa así: "Hace mucho tiempo, Dios habló muchas veces y de diversas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas. Y ahora, en estos últimos días, nos ha hablado por medio de su Hijo. Dios le prometió todo al Hijo como herencia y, mediante el Hijo, creó el universo". Los cuatro Evangelios son un registro fiel de la vida y el ministerio de Jesús. Aunque tres Evangelios (Mateo, Marcos y Lucas) son muy similares, cada uno muestra un ángulo ligeramente diferente del ministerio de Jesús; incluso cuando éstos narran la mayoría de los mismos eventos y sermones. El cuarto Evangelio (Juan) es muy diferente de los otros tres. Éste comienza en la eternidad, con Dios, el Creador de todas las cosas, haciendo suya la humanidad (lee Juan 1:1-3, 14). Está escrito para que los lectores puedan creer que Jesús es el Hijo de Dios y tengan vida eterna por medio de Él (lee Juan 20:21). El resto del Nuevo Testamento muestra a los primeros discípulos de Jesús llevando a cabo Su misión, reuniendo seguidores mientras difundían las Buenas Nuevas, y escribiendo para ayudar a las iglesias que ellos comenzaron, a vivir su fe.

La semana que viene hablaremos acerca de cómo cada parte de la Biblia completa un detalle del perfil de nuestro Salvador. ¡No te lo pierdas!

Ora esta semana:

Dios, por favor, muéstrame de qué se trata la Biblia. Quiero aprender de Tu Palabra. Me comprometo a leerla.


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