La Solución de Dios al Temor y la Ansiedad

La forma de enfrentar nuestro temor y ansiedad está claramente expuesta en las Escrituras.

Series: Devocionales

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.

Filipenses 4:6-7

Todos tenemos temores, todos nos ponemos ansiosos y todos experimentamos momentos muy estresantes en nuestras vidas. El hecho de que alguien sea Cristiano no le exime de los acontecimientos estresantes ni de los efectos que el temor y la ansiedad pueden causar en su vida. Por ejemplo, la ciencia médica ha estado diciendo durante mucho tiempo que el estrés, el temor y la ansiedad son muy dañinos para el cuerpo porque destruyen el sistema inmunológico de una persona. Por lo tanto, cuanto más alguien se preocupe por las cosas que a menudo no puede cambiar, mayores serán los efectos negativos sobre su vida. Los eventos estresantes tienen la gran capacidad de desviar el enfoque que tiene una persona en Dios para ponerlo sobre sus circunstancias difíciles. Por lo tanto, lo que queremos hacer es ver lo que dice la Palabra de Dios sobre cómo un creyente puede ganar su batalla contra el temor y la ansiedad.

¿Qué significa estar "ansioso"?

 La palabra “ansioso” significa preocuparse, inquietarse o estar profundamente intranquilo por algo. Significa estar constantemente preocupados por algo que la mayoría de las veces no podemos cambiar. Se refiere a la persona que parece preocuparse por todo. En el momento en que algo sucede en su vida, comienza a preocuparse tanto por eso que le consume el pensamiento. No puede descansar por estar siempre preocupada por algo. Le afecta el sueño y la alimentación. Y el temor a que algo negativo pueda suceder, comienza a controlar su vida. 

Hace varios años, mi hijo mayor trabajaba en una parte muy peligrosa del mundo. Él tenía que viajar todos los días por una carretera de 10 millas que se consideraba una de las más peligrosas del mundo. Obviamente, esto fue algo que a nuestra familia le preocupaba mucho. Sin embargo, durante ese tiempo fue que Dios comenzó a enseñarme sobre Filipenses 4:6-7, y se convirtieron en unos de mis dos versículos de vida. Con esto aprendí a manejar las cosas que me preocupaban.

Y entonces, ¿cuál es la solución de Dios al temor y la ansiedad en nuestras vidas?

La solución de Dios es simple. Es presentarle nuestras preocupaciones en oración para que Él provea de Su paz a nuestras vidas (que fue lo que Él hizo por mí con respecto a la seguridad diaria de mi hijo). Estos versículos no dicen que Dios cambiará nuestras circunstancias difíciles y estresantes, sino que Él nos dará una paz interior y sobrenatural que “guardará” y protegerá nuestros corazones y mentes para que nuestras circunstancias difíciles ya no consuman nuestra vida. En lugar de estar siempre preocupado por la seguridad de mi hijo, simplemente comencé a orar cada mañana para que Dios le protegiera. En lugar de preocuparme por algo que no podía cambiar o controlar, comencé a encomendar a mi hijo al cuidado de Dios todos los días. Una vez que hice eso, la paz sobrenatural de Dios comenzó a influir profundamente en mi corazón y en mi mente y me ayudó a descansar en Su control sobre todas las cosas.

¿Qué significa "proteger" nuestro corazón y nuestra mente?

La palabra "proteger" significa mantener a alguien a salvo para que no reciba daño. Por ejemplo, un guardia militar, protege a un presidente o un líder. En muchos países, el presidente o gobernante principal, siempre va con gente que le protege. Esa es la idea de "proteger". Es saber que Dios siempre protegerá el corazón y la mente del creyente para que la preocupación y el temor no consuman su vida. Algunas personas parecen preocuparse por todo en sus vidas. Casi cualquier cosa les puede poner ansiosos, y tan pronto algo sale mal, comienzan a preocuparse. Lo que esa ansiedad hace es apartar inmediatamente sus corazones y mentes de Dios. Pero en realidad, la solución a la ansiedad y el temor del creyente siempre ha sido Dios. En Mateo 6:25-26, Jesús nos da una gran palabra de aliento:

“Por eso les digo que no se preocupen por la vida diaria, si tendrán suficiente alimento y bebida, o suficiente ropa para vestirse. ¿Acaso no es la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? Miren los pájaros. No plantan ni cosechan ni guardan comida en graneros, porque el Padre celestial los alimenta. ¿Y no son ustedes para él mucho más valiosos que ellos?”

Entonces, lo que Dios hace cuando un creyente acude a Él en oración es “proteger” y proveer una armadura a su corazón, de las cosas que Él sabe que pueden lastimarle. Dios siempre quiere que confiemos en Él en cada circunstancia difícil de nuestras vidas.

¿El temor o la ansiedad pueden ser algo bueno?

Es importante entender que cierto nivel de temor y ansiedad a menudo pueden ser algo bueno porque nos obliga a ser más cuidadosos y mucho más cautelosos. A mí me encanta trabajar con madera y he estado construyendo cosas durante más de 40 años. Hace varios años atrás, yo estaba trabajando al lado de una máquina de madera, tenía mi mano demasiado cerca de ésta, me corté y perdí una parte del pulgar. Hoy en día, le tengo tanto respeto a esa sierra que nunca volveré a cometer el mismo error. De hecho, he creado un protector y lo uso cada vez que tengo que usar la máquina de madera. Por lo tanto, en mi caso, tener un temor saludable es algo muy bueno. Es ese temor a ser lastimado por la sierra lo que realmente me mantiene a salvo. Entonces, lo que queremos ver, al continuar con este tema, es cómo Dios realmente usa las cosas que nos atemorizan como Sus herramientas sobrenaturales para fortalecer nuestra confianza en Él dentro de cada circunstancia en nuestras vidas. El acudir a Dios en medio de situaciones preocupantes y estresantes siempre será Su solución al temor y la ansiedad.

Ora esta semana:

Padre, ¿podrías ayudarme a usar los momentos estresantes de mi vida para acercarme a Tu paz sobrenatural? En el nombre de Jesús, Amén.


¿Estás dispuesto a hacer una lista de todas las cosas que constantemente te preocupan y luego encomendarlas diariamente a tu Padre celestial con un corazón agradecido por lo que Él está haciendo para acercarte a Él durante esos momentos estresantes en tu vida?

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