Términos Bíblicos: Oración - Parte 1

¿Es la oración diferente a una conversación normal?

Series: Devocionales

…Pues todo el que pide, recibe; todo el que busca, encuentra; y a todo el que llama, se le abrirá la puerta.

Mateo 7:8

Hoy damos inicio a otro estudio sobre términos que encontramos en las escrituras, y en este caso específico, sobre la oración. 

Cuando oramos, ¿por qué usamos palabras como amén, bendición y confesión? ¿Esos términos hacen que la oración sea más eficaz? ¿Es la oración diferente a una conversación normal? De cualquier forma, ¿cuál es la esencia de la oración?

Es importante que todos los creyentes comprendan bien la acción y el propósito de la oración. ¿Pero cómo? La mejor manera de comenzar es simplemente definiendo términos en la Biblia que se relacionen con la oración.

LLAMADO

No importa de qué familia vienes o qué ocupación tienes, Dios te llama a conocer, amar y seguir a Su Hijo. ¡Esa es una invitación que no querrás rechazar! También podemos invocar a Dios cuando no tenemos las respuestas, cuando estamos sufriendo o cuando estamos asustados. Dios promete respondernos cuando lo invocamos.

ORAR

La oración, en pocas palabras, es hablar con Dios. Es contarle nuestras preocupaciones, confesar nuestros pecados y agradecerle por lo que Él ha hecho. Cuando Jesucristo estaba en la tierra, siempre se tomaba un tiempo para hablar con Dios el Padre. Si el mismo Hijo de Dios necesitaba orar, ¿cuánto más lo necesitamos hacer nosotros? Si no sabemos orar por una determinada situación, sabemos que el Espíritu Santo intercede por nosotros, dándonos palabras a lo que no podemos expresar. En esos momentos en los que parece que Dios no está escuchando, debemos seguir orando. ¿Por qué? Porque las Escrituras nos dicen que Dios está cerca de nosotros cuando oramos y siempre está escuchando lo que decimos.

PEDIR

Pedir significa llamar o solicitar. ¿Pero, cómo podemos pedir? ¡Ora! Una vez más; la oración es hablar con Dios. No tenemos que sentarnos de cierta manera o estar en cierto lugar para orar. Cuando se le preguntó a Jesús acerca de cómo se deben hacer las peticiones a Dios, usó una parábola, un tipo de historia, para explicar que Dios quiere que nos acerquemos a Él continuamente a través de la oración (lee Lucas 11:1-10). ¡Él quiere escuchar nuestras voces y se deleita en responder nuestras oraciones!

BENDECIDO

Cuando la Biblia habla de bendecir a alguien, generalmente significa dar cosas buenas que resultan en un estado de felicidad. A veces, estas bendiciones son posesiones materiales, pero más a menudo son dones intangibles como el amor, la fe y la paz. Dios nos ha bendecido con paz y una relación íntima con Él.

CONFESAR

Según las Escrituras, debemos confesar nuestro pecado, admitiendo que hemos hecho mal. Y también debemos confesar que Jesucristo es el Hijo de Dios, quien murió por nuestro pecado, volvió a la vida y ahora está en el cielo con Dios. Dios ha prometido que si admitimos o confesamos sin vergüenza la verdad de Jesucristo, Dios perdonará nuestro pecado. Debido a que somos humanos, continuaremos pecando. La manera de mantener un borrón y cuenta nueva con Dios es continuar confesando nuestros pecados y agradeciéndole por Su perdón (lee 1 Juan 1:9).

RENOVAR

Dios tiene el asombroso poder de borrar las cicatrices que el pecado y el dolor han dejado en nuestros corazones. De hecho, la Biblia dice que cuando Jesucristo entra en nuestras vidas, nos convertimos en nuevas creaciones sin ningún defecto espiritual. La Biblia dice que interiormente nuestras almas se renuevan día a día. Incluso cuando pecamos, Dios renueva nuestra relación íntima con Él si confesamos nuestro pecado y nos volvemos a Él. A veces podemos sentir que nos hemos alejado tanto de Dios que nunca podremos volver atrás. Pero gracias a la increíble gracia de Dios, Él puede restaurar nuestras almas y hacernos aún más fuertes de lo que éramos antes.

IMITAR

Vivir la vida Cristiana incluye fijarnos en el Jesucristo original. Si vamos a imitar a Jesucristo, y a esforzarnos por ser como Él, no solo debemos estudiar Su vida, sino también encontrar mentores devotos para imitar. Aunque no podemos ver a Dios mismo, podemos verle en otros Cristianos dedicados. Ellos pueden ser una fuente de aliento y pueden orientar nuestras vidas en la dirección correcta. Ora y usa tu sabiduría al escoger a tu mentor. 

No olvides continuar dándole las gracias a Dios por todo cuanto hace por tí, y continuar hablando con Él; orando.

Ora esta semana:

Padre, gracias por escucharme y perdonar mis pecados. Conoce mi corazón, escucha mi oración y guíame por el camino de la vida eterna. Amén. 


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