Cuando los discípulos de Jesús le pidieron que les enseñara a orar, Él les dio un ejemplo de oración, comúnmente conocido como “El Padre Nuestro” (Mateo 6:9-13). ¿Por qué esta oración? Lo que sí debemos de entender es que Jesús no quiso decir que ésta sería la única manera de orar. De ser así, no hubiera orado por otras cosas como lo hizo en la Biblia. Tampoco es una fórmula mágica a repetir continuamente para ganar Su favor. Más bien, nos da una guía para dirigirnos a Él. Veamos las distintas partes de la oración:
- Empezamos con Alabar a Dios: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre.
Debemos acercarnos a Dios con profundo respeto, al mismo tiempo sabiendo que Él es nuestro Padre amoroso. Estamos llamados a amar a Dios con todo nuestro ser. Nosotros le alabamos y declaramos que Su nombre es santo. Oramos para que más personas puedan ver esto. - Nos alineamos con Su voluntad: Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Dios tiene un gran plan para Su pueblo y eso te incluye a ti. Tú puedes pedirle que Él tome control de tus circunstancias. Debemos descubrir dónde encajamos dentro de ese plan. Mientras nuestras oraciones sean más acorde con Su propósito, más se deleita Dios en responderlas. - Pedimos por las cosas que Necesitamos: Danos hoy el pan de cada día y perdónanos nuestros pecados, así como hemos perdonado a los que pecan contra nosotros.
Después que alabes a Dios y aceptes Su plan, tu puedes hablarle de tus necesidades. El “pan de cada día” representa nuestras necesidades primarias; comida, casa y ropa. Él es quien nos provee todo cuanto necesitamos.
Cuando decimos “perdónanos nuestros pecados”, recordamos que en Su gracia Él nos ha perdonado nuestros pecados, una deuda demasiado grande para que nosotros podamos pagarla. Jesús vivió una vida perfecta y derramó Su sangre en la cruz. El pagó esa deuda para siempre. Porque Él ahora vive en nosotros, podemos perdonar a otros y ser libres de la amargura y las relaciones rotas. - Pedimos por Protección: Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del mal.
Aunque los que hemos aceptado a Jesucristo somos llamados hijos de Dios, como seres humanos imperfectos que somos, tendemos a pecar. Entonces le pedimos a Él, que a través de Su Espíritu Santo, nos mantenga alejados de las situaciones que nos tienten. También, tenemos un enemigo, Satanás, cuya meta es “...robar, matar y destruir...” (Juan 10:10). Pedimos la protección de Dios quien nos puede ayudar sin importar lo que estemos pasando. - Tenemos una Perspectiva eterna y Confiamos en Dios para Todo: Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Mientras más tiempo pases con Dios en oración y en Su palabra, más le conocerás, le amarás y querrás glorificarle en todo lo que hagas; querrás ser más como Jesús."Pidan, y se les dará, busquen, y encontrarán, llamen, y se les abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe, y el que busca, encuentra, y al que llama, se le abre" (Mateo 7:7-8).
Tienes que tener Fe para Orar
¿Cuál es la receta para una gran oración? ¿Alguna vez has tratado de hacer un pastel sin harina? La torta no se levantaría porque no tiene sustancia. De la misma manera, la fe es la sustancia de la oración. No es cuestión de hablar por hablar repitiendo lo mismo una y otra vez. Recuerda que el Padre Nuestro es solo una guía. Puedes agregar todos los "ingredientes" del Padre Nuestro a tu oración, pero si no tienes fe en Dios, no te van a servir de mucho. ¿Cómo puedes tener fe en Dios? Básicamente, creyendo que lo que Dios dice en la Biblia es cierto. Digamos que le dijiste a alguien, "Quiero ayudarte a salir bien en ese proyecto." La persona sabría que si necesitara ayuda para hacerlo, podría venir a ti por ayuda. Es igual con Dios. Tu puedes confiar en que Dios cumplirá todo lo que Él ha prometido en la Biblia. ¿Por qué no tomas un tiempo hoy y oras y crees que Dios, de acuerdo a Su plan, escuchará lo que le pides en el nombre de Jesús?
Continuamos...