Lectura 25: Participando en la Iglesia
¿Qué debes hacer cuando vas a la Iglesia?
Si ya conoces a alguien en la iglesia, ellos pueden conectarte con actividades que sean buenas para ti. Si es posible, es bueno ir a los servicios de la iglesia semanalmente. Muchas iglesias tienen estudios bíblicos o grupos pequeños que se reúnen para estudiar la Palabra de Dios. Si ese es el caso, estos pueden ser una gran ayuda para ti. También puedes comenzar a ayudar y servir a otros, aún si eres un nuevo cristiano, quizás haya maneras de ministrar a otros en tu iglesia.
La Iglesia es el Cuerpo de Cristo en la Tierra
La Biblia nos dice que: "Dios sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio a la iglesia, como cabeza de todo, pues la iglesia es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena a plenitud" (Efesios 1:22-23). ¿Qué significa esto? Piensa en tu propio cuerpo. Tu cabeza le dice al resto de tu cuerpo qué hacer. Si quieres que tu brazo recoja algo, lo hace. Si deseas pisar algo, tu pie obedece la orden. Lo mismo ocurre con la Iglesia. Nosotros representamos quién es Jesús y lo que Él quiere hacer en el mundo. Eso significa que cuando la gente pregunta, "¿Quién es Jesús?", ellos pueden ir a la Iglesia y encontrar sus respuestas.
"Y cada día el Señor agregaba a esa comunidad cristiana los que iban siendo salvos" (Hechos 2:47).
El Cuerpo de Cristo te Necesita
Esta es una responsabilidad maravillosa. Ser parte del cuerpo de Cristo significa que actuamos como Él actúa y compartimos con otros acerca de Él. La Biblia nos hace esta pregunta: "¿Pero cómo pueden ellos invocarlo para que los salve si no creen en él? ¿Y cómo pueden creer en él si nunca han oído de él? ¿Y cómo pueden oír de él a menos que alguien se lo diga? ¿Y cómo irá alguien a contarles sin ser enviado?” (Romanos 10:14-15). Este es el objetivo principal de la Iglesia – compartir con otros acerca de Jesús diciéndoles que ellos también pueden ser salvos y ser añadidos a la familia de Dios. Tu tienes un papel importante que desempeñar. Tal vez Dios te dio el don de cantar para que puedas cantar de Cristo a otros. O tal vez te creó para ser maestro y enseñarle a personas acerca de Jesús. Cualquiera que sea el papel que Dios preparó para ti, es muy importante, y Su cuerpo no puede funcionar en la mejor forma sin ti.
"Y los apóstoles daban un testimonio poderoso de la resurrección del Señor Jesús, y la gracia de Dios sobreabundaba en todos ellos" (Hechos 4:33).
Continuamos...