Ya no los llamo siervos… sino amigos.
La gente le busca sentido a la vida de muchas maneras: riqueza, poder, estatus social, posesiones. Por muy atractivas que sean estas cosas, pocas veces satisfacen a quienes las consiguen. A menudo, no es sino hasta que estamos avanzados en edad que entendemos el extraordinario valor de nuestras relaciones.
Estoy agradecido de haber podido lograr mucho en la vida. Mucha gente diría que he tenido “éxito”. Sin embargo, mis mayores tesoros son, sin duda alguna, mis relaciones; con mi maravillosa esposa Wendy, nuestros hijos, nuestros nietos, nuestros amigos y con el Señor Jesús, ¡un vínculo que es absolutamente único!
Aunque no tengamos relaciones íntimas como las del matrimonio, la familia y los amigos, siempre habrá una Persona, que sin falta, será nuestro amigo. Recuerda Su promesa: “Nunca te dejaré; jamás te abandonaré”.
Cuando Billy Graham (mencionado en el Día 5) tenía ya más de 90 años, él había perdido a su esposa Ruth y a muchas de sus amistades cercanas que también habían fallecido. Pero él siempre ha tenido un amigo en Jesús. Él dijo: “Es el mayor descubrimiento que tu podrás hacer: tu fuite creado para conocer a Dios y ser Su amigo para siempre. Es una verdad impactante. Piensa en ello. El Dios del universo, santo, todopoderoso e infinito quiere ser tu amigo. Él quiere que tu le conozcas personalmente”.
Toma un momento para meditar en esta profunda realidad, porque en ella encontrarás el verdadero sentido de la vida: Tú fuiste creado para ser amigo de Dios.
¿Cómo se siente tener una relación personal con Dios? ¿Sientes que es algo imposible para ti? Habla con alguien al respecto.