Bendición vs Condición

Cuando inicié mi vida cristiana, me impactó la cantidad de promesas grandiosas que Dios ofrece. Tanto, que traté de memorizar las que más me gustaban. Debo confesar que sentí un poco de sorpresa cuando me explicaron que “toda bendición requiere el cumplimiento de una condición". 

Me gustaba repetir: “Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?” (Mateo 6:31). Lo que yo no había leído ni aprendido fueron los versículos siguientes donde el Señor explica en la primera parte del versículo 32: "Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos,..." Y por supuesto el versículo 33 donde aparece ‘la condición’: “Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten”.

Este último versículo se ha convertido en la lámpara que me ilumina en cada distracción, temor o preocupación, porque lo que para mi es toda una tragedia, para el Señor es simplemente una "añadidura", como traducen otras versiones. 

Entendiendo las Promesas

Aunque no seas creyente o seguidor de Jesús, seguramente has escuchado la más grande promesa dada por Dios en Juan 3:16, “Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”. Generalmente leemos y recitamos este versículo sin resaltar la condición "para que todo el que crea en él". Y acá viene la bendición: "no se pierda, sino que tenga vida eterna". Quiere decir, que algunos se perderán y no tendrán vida eterna de salvación.

Te invito a que leas la Palabra de Dios prestando atención a cada palabra allí escrita. No la pases por alto porque de ella puede depender tu salvación y con esta, tus muchas bendiciones en el cumplimiento de muchas condiciones. Dios no es hombre para mentir, Sus promesas son verdaderas.