Cómo Leer La Biblia en un Año
El leer la Biblia, el manual de instrucciones de Dios, es el mejor enfoque para llegar a entender el propósito de Dios para tu vida.
Esfuérzate para poder presentarte delante de Dios y recibir su aprobación. Sé un buen obrero, alguien que no tiene de qué avergonzarse y que explica correctamente la palabra de verdad.
Hay varias maneras de leer la Biblia en un año. Algunas opciones son el leerla de principio a fin, desde un punto de vista histórico, en orden cronológico, o leyendo pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento alternadamente. Escoge el método que más te guste o sea más conveniente. Recuerda que es un libro bastante extenso por lo que te recomendamos que vayas poco a poco. Si te percatas que estás perdiendo la concentración y/o el contenido te confunde, te aconsejamos que siga las siguientes reglas:
Lee la Biblia pensando en el Autor
La Biblia es la vía principal a través de la cual el Espíritu Santo se comunica con nosotros. Si deseas escuchar de Dios, lee, estudia, memoriza y medita en Su Palabra. Si te confundes mientras estás leyendo, recuerda que tu tienes acceso directo al Autor. Pídele que te ayude a entender con claridad lo que estás leyendo. “Pero fue a nosotros a quienes Dios reveló esas cosas por medio de su Espíritu. Pues su Espíritu investiga todo a fondo y nos muestra los secretos profundos de Dios”. (1 Corintios 2:10)
Lee la Biblia pensando en el Personaje Principal
“El Espíritu Santo les dirá lo que es la verdad y los guiará. Él les hará saber todo acerca de mí, y así me honrará”. (Juan 16:13,14) El Nuevo Testamento es la historia y las enseñanzas de Jesús y la Iglesia que Él fundó. (Mateo 16:18) En Juan 1:45 dice lo siguiente: “Hemos encontrado a aquel de quien Moisés escribió en la Biblia, y del que también hablan los profetas. Es Jesús de Nazaret, el hijo de José”. En el Antiguo Testamento, Jesús también es el personaje principal. Al leer con esto en mente, muchas de las partes que pudiesen parecer misteriosas, se pueden entender más claramente.
Lee la Biblia pensando en el Cambio
La Biblia es personal. No es un libro con datos e historia. Santiago, el medio hermano de Jesús, compara el leer la Biblia y no cambiar, con una persona tonta que se mira en un espejo, ve que está desaliñado pero no intenta arreglarse: “¡Obedezcan el mensaje de Dios! Si lo escuchan, pero no lo obedecen, se engañan a ustedes mismos y les pasará lo mismo que a quien se mira en un espejo: tan pronto como se va, se olvida de cómo era”. (Santiago 1:24) La Palabra de Dios tiene el propósito de persuadirte sobre la veracidad de Su poder, Su gloria, y Su amor. La misma fue escrita para darte esperanza y hacerte santo. “Hazlos santos con tu verdad; enséñales tu palabra, la cual es la verdad”. (Juan 17:17) Más que nada, Dios quiere que nos parezcamos a Jesús: “Pues Dios conoció a los suyos de antemano y los eligió para que llegaran a ser como su Hijo…” (Romanos 8:29)
Ora esta semana:
Padre, muéstrame por qué es importante leer Tu palabra.