Cómo Vencer el Estrés, el Miedo y la Ansiedad

¿Recuerdas la situación súper estresante en que los discípulos se encontraron en Mateo 14:22-32? Ellos estaban en una pequeña barcaza en medio del mar cuando una gran ventolera comenzó a mover la barcaza de un lado para otro. Muchos de estos discípulos eran pescadores, por lo que ellos sabían muy bien acerca de los peligros en el mar. Dentro de sus circunstancias, lo más probable ellos sintieron que no iban a salir vivos de la tormenta. Sin embargo, lo que a menudo la gente no se da cuenta en esta historia, es que en el versículo 22 dice que Jesús "... hizo que los discípulos subieran a la barca y se le adelantaran al otro lado mientras él despedía a la multitud". Jesús sabía muy bien lo que les iba a pasar a los discípulos en el Mar de Galilea, por lo que esto podría llamarse una "prueba espiritual". A un creyente nunca debería sorprenderle que Dios a menudo probará su fe en Él colocándoles en una situación muy estresante o incómoda.

¿Por qué podemos decir que los momentos estresantes no deberían causarnos miedo o ansiedad?

Dios es frecuentemente el autor de lo que pasa en nuestra vida. Él siempre está queriendo hacer algo en nosotros para poder hacer algo a través de nosotros, y muchas veces Él está más que dispuesto a ponernos en una situación que nosotros no hemos creado y una que no podemos controlar. Por lo que, en medio de ese tipo de dificultades, es una lección muy importante que debemos de aprender de que Dios controla todas las cosas y que no hay nada que Él no puede controlar. A Él nunca le sorprende lo que a alguien le pase, y por eso es que en Romanos 8:28, Pablo podía decir con mucha seguridad que "...Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito".

No importa lo que nos pueda pasar como creyentes, lo que las Escrituras nos enseña es que si nosotros verdaderamente confiamos en Dios, nos vamos a dar cuenta que aún los momentos de ansiedad y estrés, son cosas que Él permite que pasen para que nos podamos acercar más a Él.

Entonces, ¿qué está Dios realmente diciendo cuando Él dice que no necesitamos inquietarnos por nada?

La parte totalmente sorprendente de Filipenses 4:6-7 es cuando Pablo dice, "No se inquieten por nada". Nuestro comportamiento normal es preocuparnos por las cosas que son temporeras, lo cual hace difícil el mantenernos enfocados e ignorar los asuntos que definirán nuestra eternidad. Cuando yo leo una declaración como esa, "No se inquieten por nada", inmediatamente me doy cuenta de que Dios está reclamando Su reputación en esta declaración. Él es un Dios todopoderoso, omnisciente y compasivo, por lo que Él simplemente no quiere que de alguna manera no nos demos cuenta de la realidad de Su control sobre cualquier cosa que pueda pasar en nuestras vidas.

Eso es lo que es tan sorprendente en estos versículos; cuando entendemos que éstos son la manera en que Dios nos está diciendo que podemos poner cada una de nuestras preocupaciones en Él sin importar lo que nuestras circunstancias estresantes nos puedan estar diciendo. 1 Pedro 5:6-7 lo explica de esta manera:

"Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo. Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes". 

No hace mucho cerraron la planta nuclear donde mi hijo mayor había trabajado por siete años. Todas las personas que trabajaban ahí perdieron sus empleos; 5,000 personas, sin previo aviso, en un solo día. Mi hijo y su familia estaban de camino a la casa cuando recibieron la llamada y él y su esposa nos llamaron para dejarnos saber. En la llamada, ella hizo la declaración extraordinaria de que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes le aman. Ellos nunca se inquietaron por cómo sus vidas iban a ser impactadas debido a mi hijo haber perdido su trabajo, sino que sinceramente se dieron cuenta de que ellos podían confiar en Dios en medio de la inesperada y estresante realidad.

Si nosotros podemos completamente confiar en Dios, poner nuestra eternidad en Él, entonces seguramente podemos hacer lo mismo con nuestras circunstancias actuales.

La Biblia nunca le promete a los creyentes que la vida será fácil y nunca promete que no van a haber problemas. Sin embargo, lo que sí promete es que cuando la vida es difícil y cuando hay problemas reales afectando nuestra vida, Dios tiene todas las respuestas y todos los recursos para apoyarnos y ayudarnos durante esos momentos estresantes en nuestras vidas. Es Su manera de ayudarnos a confiar en Él.