Conociendo a Dios a través de Su creación
Todo lo que Dios crea revela algo acerca de Él.
Pues, desde la creación del mundo, todos han visto los cielos y la tierra. Por medio de todo lo que Dios hizo, ellos pueden ver a simple vista las cualidades invisibles de Dios: su poder eterno y su naturaleza divina. Así que no tienen ninguna excusa para no conocer a Dios.
Dios se deleita en Su creación y en revelarse a Sí mismo a través de ella. Todo lo que Dios crea revela algo acerca de Él. Por eso nos habló de Su creación en más de 200 versículos y pasajes a lo largo de la Biblia.
“Pues, desde la creación del mundo, todos han visto los cielos y la tierra. Por medio de todo lo que Dios hizo, ellos pueden ver a simple vista las cualidades invisibles de Dios: su poder eterno y su naturaleza divina. Así que no tienen ninguna excusa para no conocer a Dios”. (Romanos 1:20)
En este versículo, Pablo está diciendo que solo tenemos que mirar a la naturaleza para ver que existe un Dios todopoderoso, un creador supremo.
La creación es fuente de alegría.
Desde el primer versículo de la Biblia (Génesis 1:1), Dios se revela como el creador de todo. En otros pasajes del Antiguo Testamento, nos dice que miremos la creación: el esmero de la hormiga, el poder de la levadura, la belleza de los lirios.
En el libro de Job, cuando Dios finalmente rompió su largo silencio, usó cuatro capítulos para señalarle a Job los detalles de Su creación.
En el Nuevo Testamento, Jesús, en quien fueron creadas todas las cosas (Colosenses 1:16), animó a las personas a contemplar la naturaleza: los pájaros, la higuera, los campos.
Dios es la fuente máxima de alegría, y nosotros, que hemos sido creados a Su imagen, también experimentamos alegría. Dios quiere que nosotros también experimentemos el gozo de Su creación. Vemos evidencia de esto en Job 38, donde Dios hace una pausa mientras le cuenta a Job acerca de Su creación y dice que cuando los ángeles vieron Su creación, gritaron con alegría:
“¿Dónde estabas tú cuando puse los cimientos de la tierra?...mientras las estrellas de la mañana cantaban a coro y todos los ángeles gritaban de alegría?” (Job 38:4-7)
A medida que se revelan los misterios, aumentan nuestro aprecio por la obra de Dios, la naturaleza que podemos ver a nuestro alrededor a simple vista es el universo visible. Si bien el universo visible es increíblemente magnífico, hay mucho, mucho más allá. Hablando de Jesús, Pablo dice que, “…porque, por medio de él, Dios creó todo lo que existe en los lugares celestiales y en la tierra. Hizo las cosas que podemos ver y las que no podemos ver…” (Colosenses 1:16) Lo que podemos ver con nuestros ojos, o incluso con nuestros cinco sentidos , es solo el comienzo. La gran mayoría de la creación de Dios es invisible a nuestros ojos.
Un buen ejemplo que compara lo visible con lo invisible son las estrellas en el cielo. En una noche clara y oscura, los ojos humanos pueden ver alrededor de 6.000 estrellas. Los telescopios modernos pueden ver billones.
Lo que es emocionante en el mundo de hoy es que las herramientas de la ciencia moderna, como el telescopio, nos han dado nuevos y poderosos ojos con los que podemos escudriñar profundamente la creación de Dios. Podemos ver tanto, desde el poderoso cosmos hasta la diminuta célula viva, y ver las maravillas de Su obra. Como en ningún otro momento de la historia, la ciencia ha desvelado muchos de los misterios del universo. ¡Qué regalo de Dios!
Ora esta semana:
Te agradezco, Señor, por el regalo de la ciencia y las herramientas científicas y tecnológicas que nos permiten escudriñar más profundamente Tu creación para así obtener un conocimiento más completo sobre Ti y sobre Tu plan para nuestras vidas. Te doy gracias, en el nombre de Jesús. Amén.