En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!
Esta semana continuamos con la serie "Dios nos enseña".
Las personas que han tenido el mayor impacto en mi vida han sido aquellas que han demostrado la cualidad de la gentileza hacia mi. Cuando pienso en gentileza, inmediatamente pienso en mi madre, la persona más amable que he conocido. Yo no recuerdo que mi madre jamás hubiese dicho una sola palabra dura a nadie. Ella siempre encontraba lo mejor en las personas, y esa cualidad se volvió muy contagiosa en su vida.
Yo recuerdo un incidente en específico cuando fui muy desconsiderado con ella. Para mi sorpresa, ella no me respondió con enojo como yo me lo merecía, sino que me colmó de amabilidad, a pesar de que yo le había lastimado. Debido a su amable respuesta, yo nunca volví a tratarle mal otra vez.
¿Qué significa ser gentil?
La gentileza significa ser amable con las personas sin importar cómo nos traten a nosotros. Si somos crueles e irrespetuosos, él o ella no estará motivado a escuchar lo que tengamos que decir. Yo creo que Dios quiere que trates a cada persona con gran gentileza, y eso es lo que hago en mi vida diaria. Por ejemplo, tú puedes decir cosas buenas a la gente y ser amable con ellos; especialmente con aquellos que están teniendo un mal día. La Biblia dice que la respuesta amable desvía el enojo dirigido hacia nosotros (lee Proverbios 15:1).
¿Cómo puedes cuidar tu hablar?
¿Alguna vez has sido grosero o rudo con alguien, es decir, expresaste algo abiertamente sin pensar realmente lo que estabas diciendo? Yo ciertamente así lo he hecho, y los resultados nunca han sido buenos. Sin embargo, he aprendido que todos aprecian cuando soy cuidadoso en mi hablar y digo palabras amables. Nunca sabemos por lo que las personas están pasando y cómo una palabra amable puede ayudarles. A menudo, las personas que no tienen a Cristo en sus vidas están sufriendo en alguna área de su vida, y nosotros podemos convertirnos en la herramienta de Dios que les alcance y les toque. La gentileza puede abrir muchas puertas para ministrar a los demás.
¿Cómo la gentileza afecta a las personas?
En mi iglesia, hay una anciana que siempre me recuerda cómo debe ser un ángel. Ella es tan amable y tan calmada, y cada palabra que sale de su boca es una palabra de gentileza. Su sola presencia hace que los demás se sientan tranquilos y relajados. Su gentileza es tan real y tan sincera que yo nunca podría imaginar a nadie diciéndole algo rudo a ella. La gentileza crea una atmósfera donde la gente no se inclina a ser desagradable con los demás. En otras palabras, la gentileza es contagiosa.
¿Cómo puedo realmente mostrar gentileza a las personas?
Colosenses 3:12-13 dice: “Dado que Dios los eligió para que sean su pueblo santo y amado por él, ustedes tienen que vestirse de tierna compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia. Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros".
La palabra bíblica en este versículo “vestirse” es una gran ilustración de lo que significa ser gentil. Cuando nos estamos vistiendo, tenemos que tomar una decisión sobre qué ropa nos vamos a poner. Lo mismo sucede cuando tu escoges la actitud que vas a tener cada día. Tu puedes escoger ser gentil, estar de mal humor o alguna otra actitud.
Dios quiere que nos sintamos cómodos con el "atuendo espiritual" que Él nos ordena a ponernos; siendo compasivos, mostrando gentileza, siendo humildes, pacientes y perdonando a los demás. Estas son excelentes cualidades espirituales para "ponernos"; y descubriremos que Dios las usará en nuestras vidas para tocar a otras personas. Por lo tanto, considera "vestirte de... gentileza" y ¡ve cómo Dios la usa en tu vida!
Ora esta semana:
Señor Jesús, por favor dame, a través de Tu Espíritu Santo, el profundo deseo y la fortaleza que necesito para mostrar gentileza y gracia a todo el mundo, sin importar las circunstancias.