En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!
Esta semana comenzamos la serie "Dios nos enseña".
¿Qué debemos hacer y cómo debemos actuar cuando alguien nos maltrata o se aprovecha de nosotros? ¿Cómo debemos responder cuando alguien nos lastima o nos habla mal? Veamos dos maneras de cómo podemos responder.
Primero, podemos reaccionar y volvernos como la otra persona; desagradable. Podemos igualar cada una de sus feas palabras con palabras feas, o podemos responder de la manera que Dios quiere que respondamos, con lo que Él llama "paciencia" o "tolerancia".
¿Qué es la paciencia y cómo afecta mi vida?
¿Alguna vez has conocido a alguien que se molesta con facilidad? Nunca se sabe cuando puede decir cosas desagradables. Bueno, estas palabras, “paciencia” o “tolerancia” representan exactamente lo opuesto. Significan esperar un largo tiempo cuando algo no sale como queremos y no molestarnos cuando alguien dice o hace cosas que nos desagradan. Como dice 1 Corintios 13:4a: “El amor es paciente y bondadoso”. Esto significa simplemente permanecer calmado cuando alguien nos está diciendo o haciendo cosas que normalmente nos molestarían. Es cuando alguien nos hace daño y no intentamos vengarnos.
Entonces, ¿qué piensas que sería lo opuesto a la “tolerancia"?
Lo opuesto sería la IRA, enojarse con alguien. Piénsalo de esta manera. Cuando sentimos que empezamos a enojarnos con alguien por la forma en que nos está tratando, es como una señal de parte de Dios de que no estamos respondiendo a esa situación de la manera en que Él quisiera. Él quiere que mantengamos la calma y que no reaccionemos de mala manera hacia esa persona. Dios nunca querría que nos vengáramos de alguien que nos ha hecho mal. Él nunca querría que respondiéramos de mala manera o que tuviéramos amargura y rabia hacia ellos. En Santiago 1:20 se nos dice que "la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere”.
¿Puede Dios usar a una persona enojada?
Probablemente no. ¿Qué pasaría si Dios se enfadara cada vez que maltratamos a otra persona o le hablamos mal? Él no hace eso, sino que simplemente mantiene la calma y no se enoja con nosotros. Él permanece calmado con nosotros cuando pecamos contra Él, y esa es la misma actitud y respuesta que Él quiere que tengamos con aquellos que puedan pecar contra nosotros. Simplemente trátalos como Cristo nos trata; gentilmente, pacientemente, amablemente, amorosamente.
¿Qué debo hacer cuando sé que tengo un problema de ira en mi vida?
Hace más de 30 años atrás tuve un problema de ira en el que cada dos meses perdía los estribos y me enojaba con mi familia por algo que habían hecho. El Señor comenzó a hablar a mi corazón y fue como si me dijera que por causa de mi ira Él no podría usarme. Fue durante ese tiempo que tomé una decisión muy simple, que nunca me enfadaría de nuevo, y durante los últimos 30 años no lo he hecho ni una vez. Me siento mucho mejor porque sé que no importa cuán mal alguien me trate, no me enojaré con ellos. Esto realmente me permite tratarles como Cristo les trataría. De esa forma, ellos pueden ver cómo es Cristo a través de mi vida y a través de mi "tolerancia" hacia ellos. Es como si Cristo estuviera viviendo Su vida a través de mí, o a través de ti. ¡Guau! ¡Qué idea tan increíble; Dios viviendo Su vida a través de la nuestra!
Hace poco, alguien condujo su automóvil tarde en la noche en el jardín de la parte del frente de nuestra casa. Estaban haciendo patinar las ruedas e iban en círculos y simplemente arruinaron todo el jardín. Yo estaba fuera de casa esa semana y cuando mi esposa me envió las fotos del jardín, solo sentí lástima por las personas que lo hicieron. Así que, me tomé un tiempo para orar por ellos. Le pedí a Dios que trabajara en sus vidas y que les ayudara a acercarse a Él. La hierba y la tierra en mi jardín no son realmente tan importantes para mí. Puedo arreglar el patio fácilmente, pero sé que solo Dios puede arreglar el corazón de estas personas que dañaron nuestro jardín sin razón alguna. ¡Fue fantástico! Yo no estaba enojado, y de hecho, sentí el amor de Dios por estas personas. En 1 Pedro 3:9, se nos dice: “No paguen mal por mal. No respondan con insultos cuando la gente los insulte. Por el contrario, contesten con una bendición. A esto los ha llamado Dios, y él les concederá su bendición”.
Así que, la próxima vez que alguien te trate mal o te hable de mala manera, mantén la calma, ejercita la tolerancia, y recuerda cómo Dios nos trata cuando tratamos mal a otras personas. Si hacemos esto tan sencillo, descubriremos cómo Dios está dispuesto a trabajar a través de nuestras vidas. ¡Disfruta el proceso!
Ora esta semana:
Señor Jesús, si alguien llega a mi vida esta semana y trata de molestarme, ¿podrías por favor ayudarme a mostrarle “tolerancia”?