La Justicia de Dios en un Mundo Injusto
No importa cuan difícil sea la situación, usted puede recordar que Dios quiere que nos perdonemos los unos a los otros ”así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo”. - Efesios 4:32
“Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia. Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo”.
Cuando alguien te hiere o experimenta una injusticia, Dios lo tiene en cuenta. De hecho, ciertamente Él conoce todo lo bueno y lo malo que ha pasado en la Tierra. “…Su entendimiento es infinito” (Salmos 147:5). Él sabe cada movimiento de toda la humanidad, “El Señor observa desde el cielo y ve a toda la humanidad.” (Salmo 33:13).
Injusticia Terrenal
El Rey Salomón escribió, “Luego me fijé en tanta opresión que hay en esta vida. Vi llorar a los oprimidos, y no había quien los consolara; el poder estaba del lado de sus opresores, y no había quien los consolara” (Eclesiastés 4:1). Él notó que la gente no debe “sorprenderse si ve que un poderoso oprime a un pobre y si no se hace justicia en toda la tierra”. (Eclesiastés 5:8) Ya que “No hay en la tierra nadie tan justo que haga el bien y nunca peque”. (Eclesiastés 7:20). Lo que quiere decir, entonces, que debemos reconocer que nosotros también somos pecadores y necesitamos perdón.
La Justicia de Dios
No importa cuan difícil sea la situación, tu puedes recordar que Dios quiere que nos perdonemos los unos a los otros "así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo” (Efesios 4:32). Y porque “El Señor ama la justicia y el derecho” (Salmos 33:5a), tu puedes confiar en que Dios te ayudará a superar las injusticias de la vida siendo una persona que ama y perdona. Posiblemente será difícil hacerlo, pero "el que acata sus órdenes no sufrirá daño alguno. El corazón sabio sabe cuándo y cómo acatarlas. En realidad, para todo lo que se hace hay un cuándo y un cómo” (Eclesiastés 8:5-6a).
¿Te han pasado cosas malas o a personas allegadas a ti?
Ya sea que estas cosas hayan pasado recientemente o hace algún tiempo, sabemos que Dios toma muy en serio el hecho de que nosotros debemos perdonar a otros, así como a través de Cristo, Dios nos perdonó.
Tal vez has experimentado algo similar a esto:
- Alguien cercano a ti ha muerto o ha quedado lastimado de por vida y esto fue causado por alguna persona.
- Un padre, un maestro u otra autoridad abusó de ti o de alguien cercano a ti.
- Un criminal mató o hirió en un robo o un ataque a alguien cercano a ti.
- Alguien cercano a ti te traicionó.
Ya sea que conozcas o no a la persona que te hizo daño a ti o a alguien cercano a ti, puede resultar muy tentador albergar ira, odio o amargura – aún cuando nos encontremos cerca de Dios.
No hay nada malo en estar dolido por una pérdida en nuestras vidas. Jesús entiende su dolor e ira porque Él sufrió en lugar tuyo. Por el sacrificio que Él hizo por ti, y el perdón que te ha dado, Jesús te pide que perdones a las personas que te han herido y han traído dolor a tu vida.
Tu tal vez no sepas ni siquiera por dónde empezar cuando te des cuenta que necesitas perdonar a alguien. Quizás te preguntes, “¿Cómo puedo perdonar?” Aquí te presentamos alguna sugerencias:
- Date cuenta y acepta que aquel incidente te causa ira y amargura en tu corazón (ya sea que está enterrado en tu memoria);
- Decide obedecer lo que la Biblia dice: que tienes que perdonar así como has sido perdonado;
- Entrega el dolor y la ira a Jesús a través de la oración. Si es posible busca a alguien que te ayude a orar por esto.
- Perdona a la persona en el nombre de Jesús.
- Ora pidiéndole a Dios que bendiga a la persona que necesitas perdonar.
Una Sugerencia Útil: No te preocupes si no sabes el nombre de la persona que te ha hecho daño o si no están vivos. Perdónalos de todas maneras – el Señor los conoce. Si el proceso es muy difícil, busca la ayuda de un amigo o un consejero.
Ora esta semana:
Señor, ayúdame a entender lo que significa el perdonar como he sido perdonado.