La Trampa de Tener Demasiado de Algo Bueno

Estar entre familia, celebrando las bendiciones de Dios con aquellos que nos visitan, entre deliciosas comidas, actividades en familia y otras diversiones, son cosas que todos deseamos. Tenemos mucho por lo cual estar agradecidos; ¡tanto físico como espiritualmente! 

De igual manera, dar regalos por cualquier motivo, como en celebraciones de cumpleaños y aniversarios, a nuestros amigos y familia es una tradición muy bonita. Sin embargo, se puede convertir en un enorme estrés para muchos, ya que cada vez más y más nos llenamos de actividades y cargas financieras. Adicionalmente, ni siquiera nos tomamos el tiempo para agradecer por lo que ya tenemos cuando salimos corriendo a buscar más “cosas”.

¿Cuánto es demasiado?¿Qué diría Dios acerca de dejar de enfocarnos en Él por el deseo de querer conseguir más cosas?

Podemos aprender mucho sobre el autocontrol en la Biblia y acerca de las tristes consecuencias de su falta. 

La Libertad por medio de Cristo

Como Cristianos tenemos el gran gozo de vivir con el Espíritu Santo como nuestro guía. Eso significa que “En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio” (Gálatas 5:22-23). Estos son algunos rasgos buenos y agradables; los cuales también son  evidencia de que permitimos que Dios obre en nuestras vidas. 

Estas vidas deben ser vidas Cristianas vividas en libertad porque, “ustedes, mis hermanos, han sido llamados a vivir en libertad; pero no usen esa libertad para satisfacer los deseos de esa naturaleza pecaminosa. Al contrario, usen la libertad para servirse unos a otros con amor” (Gálatas 5:13). En otras palabras, nosotros podemos trabajar para mejorar las vidas de nuestros semejantes, en lugar de, perseguir egoístamente las cosas que este mundo valora. 

Ejerce El Buen Juicio

Cuando nos excedemos, es muy fácil distraernos del camino de Dios y ser atrapados por los caminos del mundo. Los Cristianos vivimos en el mundo, pero no debemos ser parte del mundo.

El apóstol Pablo instruyó a sus amigos en Éfeso, “No se emborrachen con vino, porque eso les arruina la vida. En cambio, sean llenos del Espíritu Santo, cantando salmos e himnos y canciones espirituales entre ustedes, y haciendo música al Señor en el corazón” (Efesios 5:18-19).

Pablo quería asegurarse que los efesios Cristianos mantuvieran su enfoque en el Señor, y ese es un buen estándar para nosotros hoy y siempre. Tenemos que dejar espacio para que el Espíritu Santo trabaje en nuestras vidas, y eso no pasará si hemos llenado nuestras vidas de placeres terrenales.   

Debemos usar el buen juicio. Dios nos dio muchas cosas buenas en el mundo para nuestro deleite. ¡Pero eso no significa que estamos autorizados a usarlas para caer en la trampa de tener demasiado de lo bueno que tenemos! Usemos nuestra libertad basada en Cristo, para vivir una experiencia humana piadosa, aprendiendo a decir “¡ya es suficiente!”.