Mostrando el Amor de Dios a través del Servicio

Si yo fuera físicamente capaz y pudiera elegir cualquier "trabajo" en el Reino Cristiano, elegiría servir en un orfanato en un país lejano. He escuchado hablar de lugares donde los bebés lloran en filas de cunas, mientras que el personal, con exceso de trabajo, corre de niño a niño tratando de calmarles a todos y asegurándose de que ninguno se enferme demasiado. Me gustaría conseguir los suministros que necesitan para ayudar a las personas que me necesitan. Pero Dios no planeó eso para mi vida. Antes que nada, Él me dio un cuerpo que no es capaz de mucha actividad física; y en segundo lugar, estoy aquí, no en un país lejano.

El plan de Dios, No el nuestro

¿Por qué pondría Dios una pasión en alguien que no puede cumplir físicamente ni culturalmente? El Señor nos deja saber que "Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos —dice el Señor—. Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse" (Isaías 55:8). ¿Te sientes tú también "llamado/a" a servir en un área en específica, pero ¿te das cuenta que Dios te está guiando por un camino diferente?

El Cuerpo de Cristo

El apóstol Pablo nos ayuda a entender algunas de las ideas de Dios. El Señor nos construyó ciertos caminos por Sus razones, y Él sabe cómo encajamos en el Cuerpo de Cristo, aún si eso está más allá de nuestro entendimiento: "Dios, en su gracia, nos ha dado dones diferentes para hacer bien determinadas cosas. Por lo tanto, si Dios te dio la capacidad de profetizar, habla con toda la fe que Dios te haya concedido. Si tu don es servir a otros, sírveles bien. Si eres maestro, enseña bien. Si tu don consiste en animar a otros, anímales. Si tu don es dar, hazlo con generosidad. Si Dios te ha dado la capacidad de liderar, toma la responsabilidad en serio. Y si tienes el don de mostrar bondad a otros, hazlo con gusto" (Romanos 12:6-8). Tal vez Dios pone diversas pasiones en los Cristianos para que podamos ser mejores en los dones y talentos que en realidad Él nos ha dado.

El ejemplo de Jesús

Nosotros queremos seguir el ejemplo de Jesús, y Jesús (aunque era parte de Dios) no "...vino para que le sirvan, sino para servir a otros ..." (Marcos 10:45). Por lo tanto nosotros también debemos ser siervos del Señor. Aunque yo no puedo ayudar a los bebés que necesitan amor, hago lo que puedo para servir a los demás. En la iglesia, ayudo con la música y la organización. En casa, trato de crear un ambiente que sea digno de Dios y hospitalario para los huéspedes, y cuido de mi esposo y mi hija. En mi trabajo ministerial, tengo la oportunidad de escribir mensajes alentadores (como éstos) y apoyo el trabajo de mi esposo. Tal vez Dios me dio la pasión de servir para poder usar mejor mi don para alentar a otros a acercarse a Él.

¿Qué puedes hacer tú?

Así que, ¡te animo a servir al Señor! ¿Qué hay cerca de ti que necesita hacerse? ¿Cómo puedes compartir el amor de Dios con los que te rodean? Jesús envió a Sus discípulos, diciendo: "Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, curen a los leprosos y expulsen a los demonios" (Mateo 10:8a). Nosotros tenemos la oportunidad de servir con alegría; así como el apóstol Pablo nos anima, "Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para el Señor y no para la gente" (Colosenses 3:23). Observa si tus pasiones coinciden con tus dones y ve "...predicando… que Jesucristo es Señor, y nosotros somos siervos de ustedes por causa de Jesús" (2 Corintios 4:5).