No te pierdas de lo que Dios puede hacer en Tu Vida
Tu incredulidad podría impedir la obra milagrosa de Dios en tu vida.
Y como la gente no creía en él, Jesús no hizo muchos milagros en aquel lugar.
Mateo 13 nos cuenta sobre cómo Jesús dejó el área donde estaba enseñando para regresar a Su ciudad natal, Nazaret. Allí comenzó a enseñar en la sinagoga, pero la gente se negó a creer en Sus enseñanzas, en Sus milagros y se burlaron de Él. Mateo 13:58 nos dice: “...hizo solamente unos pocos milagros allí debido a la incredulidad de ellos”. ¡Qué afirmación tan triste! Se perdieron de los milagros, y lo que es aún más importante, del Mesías mismo. Ellos conocieron a Jesús desde Su niñez, se familiarizaron con Él, y decidieron que realmente no le necesitaban; que estaban bien sin Él.
Ellos se perdieron de los milagros debido a su decisión consciente de NO querer creer. Su incredulidad impidió que sucediera la obra milagrosa de Dios en sus vidas. ¡Dios quiere hacer milagros en nuestras vidas! Él quiere obrar con poder y hacer grandes cosas ante nuestros propios ojos. Pero al parecer, nosotros podemos elegir entre invitarle a hacer grandes cosas en nuestras vidas o ser autosuficientes sin Él y perdernos de Sus milagros.
Podemos llegar a familiarizarnos tanto con escuchar sobre Jesús, con la rutina de la iglesia o con todas las cosas a las que estamos tan acostumbrados normalmente, que podríamos caer en una rutina en la que dependemos de nosotros mismos; en la que realmente llegamos a creer que no necesitamos la enseñanza y el poder de Jesús en nuestras vidas, a pesar de que seguimos yendo a nuestra "sinagoga" regularmente como parte de nuestro deber como Cristianos. En este caso, la familiaridad engendra incredulidad. Y aún cuando realmente no estamos negando a Dios, sencillamente nos perdemos de Su obra milagrosa por pensar que nosotros mismos podemos hacer las cosas en nuestras propias fuerzas.
Invitémosle a hacer el milagro.
¡No quiero perderme de lo que Dios puede hacer en mi vida HOY! Necesitamos del Espíritu de Dios, que vive en nosotros, para darnos (Su) poder milagroso para vencer nuestra naturaleza pecaminosa, las armas del mundo que son presentadas en nuestra contra y hasta al mismo diablo. La vida es demasiado corta como para perdernos del Mesías obrando en nuestras vidas y es terrible perdernos de lo que Él quiere hacer cuando lo que necesitamos es simplemente elegir creer que Él lo hará. Vamos a darle la bienvenida a Jesús en nuestras vidas hoy.
Ora esta semana:
Padre, te pido en el nombre de Tu Hijo Jesucristo, que me perdones por las veces que he dudado, que no he creído y confiado en Tu poder sobre mi vida. Te pido que me ayudes a abrir mi mente y corazón a todas las posibilidades milagrosas que Tu tienes planificadas para mi vida. Amén.