¿Por Qué Debo Perdonar a Quien me Hace Daño?
Perdona a los demás como Dios te ha perdonado a ti.
Un hombre prestó dinero a dos personas, quinientas piezas de plata a una y cincuenta piezas a la otra. Sin embargo, ninguna de las dos pudo devolver el dinero, así que el hombre perdonó amablemente a ambas y les canceló la deuda. ¿Quién crees que lo amó más?
En una ocasión, Jesús compartió una comida con una persona muy criticona. Él utilizó esta historia para ilustrar que una persona que entiende su deuda y recibe perdón, tendrá mucho amor hacia aquel que le perdona. Cuando criticamos y no perdonamos, demostramos que el perdón de Dios no nos importa mucho.
Trata a los demás como te gustaría que te traten a ti. (Lucas 6:31)
Jesús relata la historia de un hombre que le prestó dinero a dos hombres y luego les cancela las deudas. (Lee Lucas 7:41-42.) Una persona debía más dinero que la otra, por lo que Jesús preguntó: “¿Quién crees que lo amó más?” “Simón contestó: la persona a quien le perdonó la deuda más grande”, y Jesús estuvo de acuerdo (Lucas 7:43).
Jesús dice, “una persona a quien se le perdona poco demuestra poco amor” (Lucas 7:47). Eso no debería referirse ni a ti ni a mí. Nosotros no deberíamos pensar que somos el primer deudor de la historia sino el segundo. Nuestra deuda no es de dinero sino de nuestros pecados. Dios es perfecto, santo y justo. Cualquier pecado en Su contra merece castigo, pero Él canceló nuestra deuda. Cuando sea tiempo de perdonar a otros, recuerda la deuda de pecado tan grande que Dios te canceló, y perdona.
Todos necesitamos ser perdonados.
Muchas personas piensan que no necesitan perdón. Tal vez piensan “Mis pecados son relativamente pequeños comparados con los de ESA persona. Yo nunca he asesinado ni he cometido adulterio”. Pero Dios tiene un estándar más alto. Jesús nos dice que aun el estar enojado con alguien nos hace culpables de asesinato, y el mirar a alguien con lujuria, es lo mismo que adulterar. (Lee Mateo 5:21-22 y Mateo 5:28.)
Esto demuestra que todos necesitamos ser perdonados. La Biblia dice, “Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios” (Romanos 3:23). “Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor” (Romanos 6:23).
Perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo. (Efesios 4:32)
Jesús murió en la cruz y nos perdonó una deuda que no podíamos pagar. ¿Agradecemos Su sacrificio? Yo sí lo agradezco. Cuando los demás te lastiman y pecan, recuerda que tú y yo hemos lastimado a un Dios perfecto. Y Dios, en vez de estar enojado con nosotros, nos perdonó. Por ende, debemos tratar a los demás de la misma manera.
Cuando perdonamos a otros, esto es solo una pequeña muestra del perdón de Dios. Inclusive podemos convertirlo en una oportunidad para compartir el Evangelio diciendo: “Debido a que Dios ha perdonado mis pecados a través de Jesucristo, yo puedo perdonarte a ti”.
Ora esta semana:
Señor, cuando necesite perdonar a los demás, ayúdame a recordar que Tú me perdonaste. Ayúdame a perdonar a los demás, con alegría, de la misma manera en la que Tú me has perdonado.