Por Qué las Cosas Materiales No te Harán Feliz
Cómo alimentar tu alma y encontrar la satisfacción eterna.
¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero pierdes tu propia alma? ¿Hay algo que valga más que tu alma?
Cada vez que leo este versículo, me duele el corazón por las personas que conozco que parecen haber perdido su camino en la vida. Es como que comienzan en una dirección, pero durante el camino, se dan cuenta que no tienen idea dónde están o cómo llegar a donde desean ir.
“Papá, creo que estamos perdidos. ¿Qué hacemos?"
Después de la boda de mi hija, ella y su esposo estaban de camino a su luna de miel pero se dieron cuenta que estaban perdidos. Desafortunadamente, se habían pasado la salida y estaban yendo en dirección opuesta a la que tenían que ir. Ella me llamó, me explicó su dilema y me preguntó qué debían hacer. Mi consejo fue sencillo, “Viren, hagan una vuelta en U tan pronto sea posible.” Éste también es mi consejo para las personas que están andando sin un propósito verdadero en la vida.
¿Cómo puedo saber si estoy yendo en la dirección equivocada?
Una manera sencilla de saber si estás yendo en la dirección correcta es preguntándote a ti mismo: "¿Para cuál mundo estoy viviendo? ¿Estoy viviendo para el mundo del presente y todo lo que puedo sacar de él, o estoy viviendo para el mundo del futuro y todo lo que le puedo entregar a éste?"
Jesús comprendió este asunto completamente y les dijo a Sus discípulos que la vida espiritual de un hombre era más importante que su vida física. Él dijo que un hombre puede tener todo lo que este mundo ofrece; todo el dinero, juguetes, fama, etc., pero si pierde su alma lo perderá todo.
Míralo de esta manera: si un hombre puede escoger entre la eternidad con Cristo y una vida muy corta teniendo todo lo que quiere, la decisión debería ser simple. La Biblia dice que nuestra vida es tan solo vapor en el tiempo. Es por esto que es tan importante entender que somos creados por Dios y para que los propósitos de Dios se cumplan en nuestras vidas. Nada nos va a satisfacer más que estar justamente relacionados con Jesucristo y saber que lo que realmente llenará nuestras vidas no se encuentra en lo que poseemos, sino a Quién conocemos.
¿Hay algún ejemplo de esto en la Biblia?
El Rey Salomón describe extensivamente este problema en el libro de Eclesiastés. En este libro, él describe sus grandes riquezas y cómo dedicó su vida a construir cosas; jardines, casas y cualquier cosa que él quería. Sin embargo, no le tomó mucho tiempo descubrir que estas “cosas” no tenían el poder para satisfacer y llenar su vida. Al final de su vida, él dijo que todo lo que había buscado para llenar su vida con lo que este mundo tenía para ofrecer solo le dejaban vacío, o lo que él describió como “vanidad”.
¿Qué es "vanidad" y qué quiere decir?
Vanidad quiere decir vacío, sin significado, sin propósito y sin valor. Los que viven por vanidad pasan sus vidas haciendo cosas que no tendrán valor eterno alguno. Como lees la historia de Salomón, te das cuenta que todo lo que él disfrutó duraba muy poco. El problema era que él tenía el propósito equivocado para su vida. Él estaba invirtiendo su vida en lo que no tenía valor eterno y que solo le duraría muy poco en el presente.
¿Alguna vez has querido algo intensamente, pero cuando lo obtuviste, perdió todo su atractivo y novedad, y tuviste que comenzar nuevamente a buscar algo nuevo y fascinante? Esto es exactamente lo que le pasó a Salomón. Él podía tener todo lo que quería, pero cuando lo tuvo, se dio cuenta que no le satisfacía como él pensaba que iba a hacerlo.
¿Cómo comenzarías tú a descubrir el propósito de Dios para tu vida?
El primer paso para encontrar propósito es creer en el Dios de la Biblia, con fe en la obra salvadora de Jesucristo. El próximo paso es seguir los mandatos de Jesús. En Lucas 17:33, Jesús hizo esta declaración extraordinaria acerca de cómo verdaderamente disfrutar de Su propósito para nuestras vidas: “El que procure conservar su vida la perderá; y el que la pierda la conservará". Qué verdad tan valiosa; mientras más damos nuestras vidas por Cristo y por los demás, ¡más encontraremos la vida que Él tiene para nosotros!
Ora esta semana:
Padre, deseo aprender cómo dar mi vida para poder cumplir Tu propósito eterno para mi vida. Ayúdame a comprender que Tus caminos no son mis caminos, y que cuanto más me entrego a Ti, más vivo de Tu vida.