¿Por qué si acepté a Cristo, tengo más problemas?
Cuando enfrentabas un problema antes, tenías más ansiedad, inseguridad y te sentías perdido(a).
Dios envió a un hombre llamado Juan el Bautista para que contara acerca de la luz, a fin de que todos creyeran por su testimonio. Juan no era la luz; era solo un testigo para hablar de la luz. Aquel que es la luz verdadera, quien da luz a todos, venía al mundo.
Muchas veces nos hacemos preguntas como estas. Permíteme ayudarte a entender la verdad detrás de esta pregunta. Según lo que dice en Juan 1:5-9 nosotros somos luz cuando aceptamos a Cristo en nuestros corazones. Cuando Cristo no estaba en nuestros corazones éramos tinieblas. Esto lo podemos ver en 2 Timoteo 2:10 “y ahora todo esto él nos lo ha hecho evidente mediante la venida de Cristo Jesús, nuestro Salvador. Destruyó el poder de la muerte e iluminó el camino a la vida y a la inmortalidad por medio de la Buena Noticia".
La vida En Cristo
Según Juan 3:16, “Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”. Como dice en esta escritura Dios te vino a dar vida eterna. Antes estábamos muertos en el pecado, pero cuando aceptamos a Cristo en nuestros corazones pasamos de la muerte a la vida.
Diferencia de Antes y Ahora
Cuando enfrentabas un problema antes, tenías más ansiedad, inseguridad y te sentías perdido(a). Pero ahora con Cristo y el conocimiento de la Palabra, tienes las herramientas para no desesperarte y saber que tienes una esperanza por lo que dice en Mateo 11:28-30, “Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma. Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana»”.
Ora esta semana:
Jesús, perdóname por dudar de ti. Dios te pido que me des la sabiduría necesaria para poder tomar las mejores decisiones. Señor ayúdame a verte obrar en mi vida todos los días. En el nombre de Jesús, Amén.
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