¿Qué me está impidiendo el tener el empleo que deseo?
Analizando el Llamado de Dios y Tu Oportunidad
Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para el Señor y no para la gente.
¿Sabías que la frase “Ayúdate que Yo te ayudare” no se encuentra en la Biblia? Recuerda lo siguiente: Dios, “tú conoces las esperanzas de los indefensos” (Salmos 10:17) y Su “poder actúa mejor en la debilidad”. (2 Corintios 12:9) Si has estado orando por largo tiempo por un empleo, considera las siguientes:
Considera el Llamado de Dios
¿Tiene Dios un plan para tí? ¡Claro que sí! La mejor pregunta es, “¿Cuál es el plan de Dios para tí?” Todos tenemos sueños en nuestra vida, pero el plan de Dios es primero. Él no quiere ser solo una parte de los planes que hacemos para nuestra vida. El plan de Dios incluye Su “Reino” porque Él es el Rey, y le debemos lealtad a Él. El pecado representa deslealtad hacia Él, y “El Señor no me va a escuchar si me aferro al pecado en mi corazón”. (Salmos 66:18) En lo que esperas la respuesta a tu oración por un trabajo, veamos otras cosas que puedes considerar.
Considera Cómo Dios te ha Creado
Efesios 2:1-10 muestra que la obra de Dios, es lo más importante, no la nuestra. “Somos la obra maestra de Dios, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica”. (Efesios 2:10) Tu eres único para los propósitos de Dios. A veces, es difícil ver cuán único eres. Pídele a un amigo cristiano de confianza, que ore contigo. Juntos, pueden pensar en todas las cosas que te hacen diferente a los demás. Esto te puede abrir las puertas a algunas oportunidades que no habías considerado anteriormente.
Considera la Importancia de la Paciencia
A veces oras y te sometes humildemente a Dios, pero aún así, tienes que esperar un tiempo. Esperar por la respuesta a la oración hace que ésta sea inolvidable. La Biblia dice “La esperanza frustrada aflige al corazón; el deseo cumplido es un árbol de vida”. (Proverbios 13:12) El llamado de Dios para ti es un llamado santo, no importa cuál sea tu empleo. Si tu estás seguro de estar donde Él quiere que estés, ¡tu glorificarás a Dios siendo un cajero en el supermercado, un chofer de camión o cualquier profesión así como lo hace un Pastor de Iglesia o un obrero de tiempo completo en un ministerio cristiano! Colosenses 3:23 nos dice que hagamos lo que hagamos, trabajemos de buena gana “como para el Señor y no como para nadie en este mundo”.
Ora esta semana:
Padre, ayúdame a poner Tus planes como prioridad en mi vida. Muéstrame lo que Tú quieres que yo haga.