¿Qué significa ser Bendecidos por Dios?

¿Qué nos dice Jesús acerca de ser bendecidos?

Series: Devocionales

Bendecidos son los que son pobres en espíritu, porque el reino del cielo les pertenece. Bendecidos son los que lloran, porque serán consolados. Bendecidos son los humildes, porque heredarán toda la tierra. Bendecidos son los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Bendecidos son los compasivos, porque serán tratados con compasión. Bendecidos son los que tienen corazón puro, porque ellos verán a Dios. Bendecidos son los que procuran la paz, porque serán llamados hijos de Dios…

Mateo 5:3-12

Ser bendecidos por Dios significa tener el favor y la bondad de Dios. Usualmente, pensamos que las bendiciones son riquezas, altas posiciones, salud y felicidad. Sin embargo, las palabras famosas de Jesús sobre las bendiciones, nos demuestran que la definición de Dios de ser bendecido, es distinta.

¿Quién es ser Bendecido?

En Mateo 5, Jesús nos da una lista de personas que son bendecidas que incluyen a los necesitados, los tristes, los humildes y los perseguidos. Esto podría ofendernos ya que nosotros valoramos la fuerza, la confianza en uno mismo y la independencia. Pero Jesús dice que nosotros debemos darnos cuenta de nuestra necesidad de Dios para poder recibir Su bendición. “Bendeciré a los que tienen un corazón humilde y arrepentido, a los que tiemblan ante mi palabra” (Isaías 66:2b). Aquellos que muestran compasión y paz, quienes desean justicia y tienen un corazón puro, son los que demuestran ser verdaderos seguidores de la Palabra de Dios.

¿Cuales son las Bendiciones?

Jesús nunca menciona riquezas o posición, salud o felicidad cuando habla de bendiciones. En lugar de estas cosas, Él dice que la bendición más grande es el tener un lugar en el reino de los cielos y ser llamados hijos de Dios. Las verdaderas bendiciones son; tener la compasión de Dios, el conocer Su gracia y Su amor en nuestras vidas, y conocer a Dios íntimamente. “Miren con cuánto amor nos ama nuestro Padre que nos llama sus hijos, ¡y eso es lo que somos!” (1 Juan 3:1a).

Jesús pinta un cuadro de una persona que está más interesada en las recompensas espirituales, que en las cosas de este mundo. “Acumulen para sí tesoros en el cielo…” (Mateo 6:20a). Jesús no tenía riquezas pero sí estaba bendecido. ¿Cómo? “Hay más dicha (bendición) en dar que recibir”. (Hechos 20:35). Jesús dio Su vida por nosotros. La bendición no está en la prosperidad material que compartimos sino en la felicidad y la paz interna que sentimos cuando hacemos por otros lo que Dios hizo con amor en Su sacrificio por nosotros.

¿Cómo somos Bendecidos?

Cuando Jesús nos dice que tengamos hambre y sed por la justicia, esto nos recuerda Sus palabras en Juan 6:35: “Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca volverá a tener hambre; el que cree en mí no tendrá sed jamás.” Jesús es la bendición y el regalo más grande de Dios. Él es el único que nos puede limpiar de pecado y darnos un corazón puro para que podamos ver a Dios. (Lee Juan 6:40) A través de Él nos convertimos en co-herederos del Reino de Los Cielos; ésta es nuestra mayor bendición.

Ora esta semana:

Padre, te pido me reveles las increíbles bendiciones que Tú me has dado a través de mi fe en Cristo.


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