Si Dios es Bueno, ¿Por Qué Yo No tengo Dinero Suficiente?
¿Cómo y cuándo puedo yo reclamar la promesa, “Dios proveerá todas tus necesidades”?
Y este mismo Dios quien me cuida suplirá todo lo que necesiten, de las gloriosas riquezas que nos ha dado por medio de Cristo Jesús.
Es vergonzoso cuando alguien dice, “Tú eres pobre porque no tienes suficiente fe.” La Biblia dice que cuando ellos hacen de la santidad, una manera de hacerse ricos, es porque tienen “mentes corrompidas” y “le han dado la espalda a la verdad”. (1 Timoteo 6:5-6) David dijo, “Una vez fui joven, ahora soy anciano, sin embargo, nunca he visto abandonado al justo ni a sus hijos mendigando pan”. (Salmos 37:25) Pero hay una gran diferencia entre “riqueza” y “mendigando por pan”. ¿Cómo puedes evitar perderte de todo lo que tu Padre amoroso tiene para ti?
Pon primero el Reino de Dios
“Dios proveerá todas tus necesidades” fue la promesa que Pablo le hizo a los que le apoyaron en su trabajo misionero. Él fue a establecer una iglesia en otra lugar y más de una vez le enviaron dinero. (Lee Filipenses 4:15-16) No podemos reclamar esa promesa para cada circunstancia. “Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten”. (Mateo 6:33) Hay una condición; Dios quiere tener el primer lugar en tu vida - cada parte de ella -, incluyendo las finanzas, las relaciones personales, y la diversión.
Observa cómo Él provee para los demás
Otra gran promesa sobre la provisión de Dios está en 2 Corintios 9. Esta promesa es para aquellos que ponen el Reino de Dios en primer lugar: “Pues es Dios quien provee la semilla al agricultor y luego el pan para comer. De la misma manera, él proveerá y aumentará los recursos de ustedes y luego producirá una gran cosecha de generosidad en ustedes. Efectivamente, serán enriquecidos en todo sentido para que siempre puedan ser generosos; y cuando llevemos sus ofrendas a los que las necesitan, ellos darán gracias a Dios”. (2 Corintios 9:10-11) Es decir, al ver cómo Dios provee para Su obra, verán que Él proveerá para ellos también.
Pregúntate cuánto es realmente suficiente para Ti
El deseo por las riquezas es una trampa. (1 Timoteo 6:9-10) El seguir a Jesús comienza tomando la cruz. (Lucas 9:23) “...el Hijo del Hombre no tiene ni siquiera un lugar donde recostar la cabeza”. (Lucas 9:58) Aunque Jesús tenía Sus necesidades físicas cubiertas, bajo los estándares de este mundo, Él era pobre. (2 Corintios 8:9) Él le dijo a Sus seguidores que las cosas que los demás piensan que son “esenciales” no están garantizadas para los justos. Pero a través de Su pobreza, nosotros somos ricos con “una herencia eterna, reservada en el cielo, que no puede cambiar ni deteriorarse”. (1 Pedro 1:4)
Ora esta semana:
Señor, yo sé que Tú eres bueno; ¡Tú entregaste tu único Hijo para que yo pudiera tener vida eterna! Por favor, muéstrame lo que es suficiente para mí y ayúdame a estar satisfecho con ello.