Términos Bíblicos: Emociones - Parte 2

Dios está con nosotros a través de todos los giros y vueltas de nuestras emociones.

Series: Devocionales

Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.

Juan 16:33

Esta semana continuamos con el estudio sobre las emociones. A continuación 7 términos más, extraídos de las Escrituras, que explican cómo Dios permanece con nosotros a través de todos nuestros cambios de emociones.

GRACIA

La Biblia nos dice que lo único que las personas merecen de Dios es el castigo porque todos hemos pecado (lee Romanos 3:23). Tenemos acceso a la vida eterna solo porque Dios eligió dárnosla. No podemos ganarnos la salvación. En cambio, Dios ofrece la vida eterna como un regalo gratuito (lee Romanos 6:23). Gracia: es una de las palabras más hermosas de la Biblia. Nosotros recibimos la gracia de Dios a expensas de Cristo. Nuestras riquezas eternas en el cielo, y todo lo bueno que tenemos o recibiremos, son un regalo inmerecido de Dios. La gracia de Dios es evidente en Su misericordia. A menudo Dios retrasa el castigo para darnos tiempo de acudir a Él. Otras cualidades estrechamente relacionadas con la gracia de Dios son Su amor incondicional, bondad, paciencia y perdón.

DOLOR

El dolor es una reacción natural al cambio y la pérdida. Comenzamos a comprender la fragilidad de la vida en momentos de profundo dolor; cuando mueren seres queridos, cuando los amigos cercanos sufren dolor, cuando los accidentes y las atrocidades nos suceden a nosotros mismos o a nuestros seres queridos. En nuestra angustia, tratamos de distraernos a menudo, con el trabajo, los juegos, chocolate, durmiendo o con otras personas. Estas cosas no son malas, pero nada ni nadie puede aliviar nuestro dolor excepto Dios. Él es el único que nos permite afrontar nuestro dolor porque Jesús lo cargó todo sobre Sí mismo cuando murió en la cruz. Solo Él da verdadero consuelo (lee 2 Corintios 1:3-5). Los Cristianos nunca dejan de tener esperanza. Dios ha prometido nunca dejarnos. Él tiene gozo guardado para nosotros, incluso mientras esperamos que pase nuestro dolor.

HUMILDAD

Nuestra cultura dice: “¡Cree en ti mismo! ¡Date importancia! ¡Hazte valer!" Pero no debería sorprendernos saber que la Biblia nos dice que hagamos exactamente lo contrario de lo que aboga el mundo. En la Biblia, leemos una y otra vez que Dios derriba a los que se exaltan a sí mismos y exalta a los humildes. La humildad comunica una serie de conceptos en la Biblia, pero quizás el más significativo es la actitud de sumisión y servicio que Jesús mismo mostró y que debemos imitar (lee Filipenses 2:5-8). El poder y la autoridad de Dios deberían inspirarnos a ceder nuestra voluntad a Su plan superior para nuestra vida cada vez que nos acercamos a Él, pero especialmente cuando sabemos que hemos pecado.

ALEGRÍA

Es posible que conozcas a algunas personas que tu dirías que son felices. ¿Pero cuántas personas conoces que son verdaderamente alegres? No hay nada de malo en ser feliz, pero depende más o menos del resultado de ciertas circunstancias; se define en gran medida por una "buena fortuna". El gozo es elegir estar contento y en paz a pesar de la situación, incluso cuando ésta es negativa. El gozo es la naturaleza misma de Dios, algo que somos porque Dios habita dentro de nosotros. El gozo es la profundidad de la satisfacción eterna que viene del Señor. Cuando estamos en sintonía con el Espíritu Santo, la actitud de nuestra vida se caracteriza por el gozo (lee Colosenses 3:16). Debido a que pertenecemos a Dios, podemos regocijarnos incluso en los momentos difíciles, no porque las cosas siempre salgan como queremos, sino porque nuestro futuro está en las manos de quien nos ama y se regocija mucho en nosotros.

PRUEBAS

Es imposible desarrollar la perseverancia o el carácter sin luchas y sufrimiento. Los tiempos difíciles nos ayudan a aprender y nos desafían. Nuestra perspectiva sobre las pruebas puede ser positiva o negativa y, en última instancia, afecta el resultado de nuestras dificultades. Cuando nos enfrentamos a una prueba y nos damos cuenta de nuestras limitaciones, Dios es glorificado (lee 2 Corintios 12:10). Aprendemos a confiar en Él y a entregarle nuestras preocupaciones, dándonos cuenta de nuestra total dependencia en nuestro Padre celestial. Cuando nuestra vida es fácil, podemos perder de vista cuánto necesitamos a Dios. Dios nunca nos deja durante nuestros tiempos difíciles; nos da la perseverancia y la fe necesaria para superar nuestras pruebas. Él tiene planes para nuestro crecimiento y victoria, no para nuestra derrota.

PREOCUPACIÓN

La preocupación es enemiga de la fe, de la esperanza y del amor. La Biblia nos dice que no nos preocupemos porque Dios nos ama y podemos confiar en Él para dirigir el universo. Él siempre está trabajando por nuestro bien en cada situación, incluso en aquellas situaciones que parecen estar actuando en nuestra contra. Cuando nos preocupamos, consideramos y examinamos nuestro problema desde todos los ángulos, exceptuando el de Dios, hasta que agotamos el tema y a nosotros mismos. La preocupación excesiva demuestra una preocupación por las cosas materiales y los eventos mundanos que nos distraen de lo que Dios considera importante: confiar en Él (lee Mateo 6:25-34). Dios sabe lo que necesitamos incluso antes de que le pidamos que nos provea (lee Mateo 6:8). Podemos preocuparnos por las cosas que harán avanzar a Su reino y dejarle el resto a Él. Él se encargará de eso, ¡a menudo de una manera que supera grandemente lo que podríamos haber imaginado!

AFÁN

Cuando estás tan ansioso que apenas puedes quedarte quieto; solo quieres salir y hacer algo, eso se llama afán. Como ocurre con todos los atributos positivos, Dios también es nuestro modelo de afán. Es debido a Su afán por la justicia que Dios debe castigar el pecado. Es debido al amor apasionado de Dios por las personas que Él hizo el máximo sacrificio para acercarnos a Él. Debemos tener el mismo impulso insaciable por las cosas que Dios desea (lee Romanos 12:11). Sin embargo, debemos estar seguros de que nuestro afán no está mal dirigido. Si somos fieles en el estudio de la Palabra de Dios y dejamos que Su Espíritu la interprete por nosotros, Dios nos dará pasión por las cosas que Él ama.

Ora esta semana:

Amado Dios, toma el control de mis emociones y dame paz a pesar de las circunstancias que me rodean, y así poder honrarte cada día.


Debemos agradecer a Dios por nuestra capacidad de sentir emociones y poder administrarlas como un don de Él.¿Usas tus emociones para darle gloria a Dios o permites que ellas controlen tu vida? Cuéntanos cómo te sientes al respecto.

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