¡Tú puedes Adorar a Dios a Través de tu Trabajo!

Las oportunidades para adorar a Jesús llenan nuestra vida diaria.

Series: Devocionales

»Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Él corta de mí toda rama que no produce fruto y poda las ramas que sí dan fruto, para que den aún más. Ustedes ya han sido podados y purificados por el mensaje que les di. Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Pues una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a menos que permanezcan en mí. »Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada.

Juan 15:1-5

Las oportunidades para adorar a Jesús llenan nuestra vida diaria. Hace unos años atrás fui testigo de un gran ejemplo sobre cómo aprovechar todo momento para amar y honrar a nuestro Salvador a través del trabajo.

Mientras mi hijo guardaba los platos, él comenzó a alabar a nuestro Señor, cantando los himnos de alabanza que escuchaba en la radio. Él estaba bailando alrededor de la cocina, se regocijaba, y los utensilios se convirtieron en instrumentos de percusión en sus manos mientras felizmente completaba su tarea. Su cara alegre reflejaba su corazón lleno de gozo por Jesús y por la tarea asignada.

¡Qué gran estímulo y recordatorio para mí el aprovechar cada oportunidad que se nos presenta y en cada tarea que tenemos, para adorar, alabar y darle gracias a nuestro Dios!

Jesús nos pide que seamos humildes y que seamos como niños, pues aquellos que lo hacen serán los mayores en el reino de los cielos. (Lee Mateo 18:1-4.)

Ahora, cuando estoy guardando los platos, la imagen de mi hijo, quien es tan valioso para nuestro Padre, bailando y regocijándose en el Señor, llena mi corazón de alegría. No importa el tamaño de la tarea que tengo ante mí, me regocijo en la fuerza que Jesús me da diariamente para completarla. Adoro a Jesús y le alabo por crearme y crear nuestro maravilloso universo. Le doy gracias por las bendiciones que me dio ese día, y a veces, también enciendo la radio en música de alabanza y me pongo a cantarle a nuestro Padre maravilloso, Creador y dador de vida.

Cuando convierto mi trabajo en un tiempo de alabanza, mi espíritu se llena de alegría. Ahora busco con alegría ese tiempo de intimidad entre mi Dios y yo. Mi trabajo es un tiempo para honrar a mi Padre Celestial dándole lo mejor de mi. Todo lo que tengo me ha sido dado por Jesús, y quiero entregarle todo lo que soy para Su gloria y Su Reino.

Mientras más me enfoco en Jesús a través de la adoración, la oración, y Su Palabra, más siento Su presencia en mi vida. ¡Y en Su presencia hay plenitud de gozo! (Lee Salmos 16:11.)

Morando en Su presencia podremos mostrar el fruto del Espíritu; amor, gozo, paz, paciencia, generosidad, bondad, lealtad, gentileza, y dominio propio (Gálatas 5:22). Gracias Padre por el trabajo y el tiempo de adoración que Tú nos has dado hoy. ¡Qué sea un dulce aroma para Ti!

Ora esta semana:

Padre, llena mi corazón de amor por la comunidad donde vivo y por mi trabajo. Te pido que me des la oportunidad de estar en continua comunión contigo, alabándote, y dándote gracias por todas las bendiciones que me das día a día. Amén.


¿Cuál es tu actitud hacia tu trabajo? ¿Cómo puedes adorar a Dios mientras estás trabajando? ¿Necesitas oración para cambiar tu actitud? Déjanos saber.

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