Viviendo Generosamente

“Dios amó tanto… que Él dio”. Esto nos describe el corazón generoso de Dios, y es un ejemplo para nosotros, Sus hijos. De hecho, nos parecemos más a Él cuando damos generosamente y sacrificialmente.

Dando Más Allá de lo Que Tenemos

En 2 Corintios 8:1-3, Pablo encomienda lo siguiente a los creyentes Macedonios: “En medio de una crisis muy severa, su gozo inmensurable y su extrema pobreza abundaron en rica generosidad”. Estos seguidores de Cristo no esperaron a estar estables o bien financieramente, dieron “más allá de lo que tenían.”

La Generosidad es una Actitud

Generosidad significa “ser generoso,” ser una bendición para otros en todas las áreas. Se trata de dar libremente sin esperar nada a cambio. 

Tu tienes diferentes destrezas, dones, tiempo, conexiones, recursos físicos o tal vez dinero. A lo mejor tienes un espacio adicional en tu casa donde puedes hospedar a alguien. No se trata necesariamente de cubrir necesidades, de dar dinero, sino de abrir el camino, facilitar las cosas – ¡ser una bendición!

Haz el Bien y Comparte

¿Qué te ha dado Dios para compartir? ¿Son tus bendiciones algo que puedes compartir? La Biblia dice: “Y no se olviden de hacer el bien ni de compartir lo que tienen con quienes pasan necesidad. Estos son los sacrificios que le agradan a Dios" (Hebreos 13:16). Timoteo le recuerda a los cristianos a que "usen su dinero para hacer el bien" y a "ser ricos en buenas acciones, generosos con los que pasan necesidad y estar siempre dispuestos a compartir con otros" (1 Timoteo 6:18).

Compartir generosamente con otros es una forma de “guardar tesoros en el cielo” (Mateo 6:20), y evitar que la codicia y el egoísmo crezca en nuestros corazones.