La oración es la habilidad de comunicarse con tu Padre Celestial y ¡escucharle a Él! Algunos piensan que es un deber. Otros piensan que es una solución rápida o de último recurso. La oración no es ninguna de estas cosas. En realidad, la oración es el mayor privilegio de un cristiano. Toda la Biblia está llena con el mandato de orar: "Orar en la mañana", "Orar cuando estén enfermos", "Orar cuando necesiten ayuda", "Orar por la paz." ¿Por qué se nos dice que oremos tanto? Porque Dios quiere responder a nuestras peticiones. Jesús mismo dijo: "Ustedes pueden orar por cualquier cosa, y si tienen fe la recibirán" (Mateo 21:22). ¡Qué gran promesa!
"Dios mío, yo te invoco porque tú me respondes; ¡inclina a mí tu oído, y escucha mis palabras!" (Salmo 17:06)
"A mi corazón le pides buscar tu rostro, y yo, Señor, tu rostro busco" (Salmo 27:8).
Clama a Dios
Piensa en tu relación con tu mejor amigo o amiga. Tu hablas con él o ella, escuchas lo que tiene que decir, y disfrutan de pasar tiempos juntos construyendo una linda relación. Esta es la esencia de la oración; construir una relación como ninguna otra, con tu Padre Celestial. Él te ama mucho y quiere escuchar lo que estás pensando y guiarte. Dios nos dice: "pídeme y te daré a conocer secretos sorprendentes que no conoces acerca de lo que está por venir" (Jeremías 33:3). Tu trabajo consiste en clamar y hablar con Él, y Él se compromete a responderte. ¡Qué garantía tan maravillosa! Tus oraciones no tienen que ser elaboradas. Es una conversación íntima entre tú y Él. De hecho, Dios prefiere la honestidad antes que la repetición vacía de palabras. Simplemente comienza hoy diciéndole a Dios lo que está en tu mente. Le puedes compartir acerca de tus alegrías, tus preocupaciones, cuán agradecido estás de las bendiciones que te ha otorgado... y pídele que Él te hable. Te sorprenderás de Su respuesta.
"Y ésta es la confianza que tenemos en él: si pedimos algo según su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, también sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho” (1 Juan 5:14-15).
Lee a continuación acerca de cómo Dios escucha tus oraciones.